Por Arturo Montory G.
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Les quiero comentar una experiencia personal y muy actual.
Por el 2008 en adelante con mi revista Tierra de Caballos llegaba a criadores de Chile, Brasil, Argentina y Uruguay y con un socio brasileño instalamos un Stand en Expointer- Esteio donde se desarrollaba el Freno de Oro y 10 días completos de otras pruebas. En la revista tenía como avisadores criadores de todos los países, lo que terminó cuando nos separamos de FICCC.
Por lo cual tuve la oportunidad de conocer una infinidad de criadores y dirigentes de dichos países, con los cuales mantengo contacto con varios de ellos en forma habitual. Me solicitaban hacer estudios de genealogía de los descendientes de los caballos chilenos que saldrían en sus remates, de sus cabañas, eventos espectaculares. Esto duró hasta el 2012.
En 2017 fui contactado por el programa de Radio Tertulia.com de Porto Alegre llamado Pelos & Procedencia y creamos una sección “Chilenos por el Mundo”, en la que hablo de la Raza Chilena y su genealogía durante más de 45 minutos en cada programa quincenal.
También fui llamado a participar en web original de Bagé, ciudad ubicada en Rio Grande Do Sul (cuna del cavalo crioulo), llamada Cosasdelcampo.com.br en las que escribo columnas sobre criaderos, jinetes, arregladores, historia del rodeo, etc. Publicación que aparece el sábado de cada semana.
¿Pero cuál es el tema de fondo de este artículo en particular?
Tanto para Uds. como para mi es sorprendente que a pesar de estar nosotros fuera de FICCC, exista tanto interés en saber de nuestra cultura huasa, de caballos y equitación nuestra.
Creo que la explicación podría ser una y bien puntual.
Exportamos caballos por 40 años en que el dueño en Chile y el comprador extranjero sabían lo que intercambiaban, pero jamás el resto de los aficionados y profesionales de cada país tuvieron referencia sobre dichos ejemplares en forma más detallada, solo conocieron de los éxitos de éstos en sus propios países, pero ningún apoyo cultural de la parte chilena, otros tiempos, una gran falla nuestra aún no enmendada.
Tenemos muy buena literatura de crianzas, genealogía, arreglo, historia, zootecnia, pero no la mostramos al extranjero, solo queda entre nosotros.
Siempre hemos tenido buenos charlistas y expositores en las diversas materias, pero los escuchamos aquí nada más, para exportar caballos y rodeo, ello no sirve de nada.
Tenemos que ir a exponer “nuestro cuento” afuera, al público que queremos llegar, a quien pensamos que recibirán de buena forma nuestra cultura, ir donde las “papas queman”, así ha sido por siempre la experiencia de emprendedores y empresarios chilenos en distintos rubros, el frutícola más reciente, que a pesar del éxito jamás dejan de hacer promociones y viajes, etc. porque la competencia mundial es grande en todos los rubros.
Un amigo hizo un comentario muy acertado sobre esta temática: “Es que no puede ser de otra manera Arturo, porque la historia de nuestro Caballo es intrínsecamente valiosa, atractiva y apasionante, de una cultura sublime lo que significa, porque es la historia de nuestro pueblo Chileno la que se va plasmando en cada ejemplar apasionada y racionalmente seleccionado/a, es una verdadera novela, pero de base real, que ejemplifica nuestra ordenada forma de ser. Enaltece y exhibe ante el Mundo, mucho más que los extraordinarios ejemplares que constituyen la Raza”.
Por años he propuesto crear un Departamento o Sección Cultural que reúna a ambas Federaciones y que en exclusivo abarque el tema Internacional, de entregar la nuestra en el extranjero, especialmente en Sudamérica, es fundamental y básico para emprender cualquier expansión deportiva o caballar y que tenga éxito sustentable en el tiempo.
No podemos seguir lamentando eternamente haber salido de una institución, tenemos todo para intentar caminos propios, pero la punta de lanza deben ser Misiones Culturales y después técnicas y deportivas.
Primero la teoría, luego la práctica.
Durante el 70° Nacional del Rodeo Chileno será lanzada la colección completa de la Historia del Rodeo Chileno en Tomo I y II y otro Tomo único, que relata la historia de la Federación del Rodeo Chileno.
Textos llenos de recuerdos de jinetes, arregladores, criadores, dirigentes, rodeos, rienda, todos hechos reales que han permitido que el rodeo sea un gran deporte sustentado por una sólida institucionalidad.
Al leerla recordarán los más antiguos y conocerán muchos aficionados incorporados más recientemente a los grandes de nuestra equitación huasa, y se sentirán orgullosos de pertenecer a este extraordinario mundo “corralero”, tan nuestro y tan especial.
Historia nos sobra para esparcir su belleza por el mundo ecuestre y de las tradiciones.
Estos documentos escritos dan un sentido de unidad a trayectoria deportiva y humana del recorrido que ha sido necesario hacer por 200 años.
Pero hay que mostrarlo y esparcirlo. Sino sembramos antes, ¿cómo vamos a cosechar después?